3 - PAIEP, APRENDIZAJE EN SENTIDO SITUADO
Por Yecid Calderón Rodelo
Sabemos hoy, más que nunca, la importancia de un conocimiento situado. La situacionalidad ha cobrado una relevancia inusitada. Desde que Donna Haraway, en ese buen texto titulado Mujeres, Simios y Cyborgs (1991), se hiciera vocera de esa urgencia epistémica por ubicar la enunciación y el lugar del aprendizaje, hasta el pensamiento decolonial (en casi todos sus autores), los post-feminismos y la teoría queer, y de manera muy particular, los métodos auto-etnográficos (Ellys y Bochner, ed alter), muestran la relevancia de esa situacionalidad en todo proceso de aprendizaje.
En este transcurso de emergencia de la situacionalidad nos encontramos con el Proyecto Académico de Investigación y Extensión en Pedagogía PAIEP de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Un espacio que funge como lugar en el que se pueden activar procesos muy convenientes a la constante actualización de los saberes, a las preguntas fundamentales de las epistemologías emergentes y las tradicionales, a la relación y vinculación de los fenómenos locales; quiero decir, situados en la ciudad de Bogotá, así como a toda práctica y proceso de conocimiento en torno a una de las actividad más trascendentales que existen en toda sociedad: la educación.
Justamente es en la Facultad de Educación donde el PAIEP brinda cursos novedosos, orientados por las mismas investigaciones del cuerpo profesoral. Se trata de una serie de electivas extrínsecas a los programas que intentan complementar una formación integral, rica en pensamiento diverso y con sentido crítico. Esta situacionalidad nos mantiene en la reflexión constante sobre la pedagogía, sobre el quehacer docente, sobre la formación de los maestros, sobre la cultura de la evaluación, sobre la resiliencia, las emociones y los afectos en los procesos de enseñanza, entre otras dimensiones reflexivas que entrelazan planos de aprendizaje diversos, heterogéneos, móviles, dúctiles y nómadas, a la vez que se encarga de la cátedra institucional.
El PAEIP es, como lo suelo llamar en congresos y ponencias cuando señalo la institución a la que adscribo, el instituto de investigación y extensión en pedagogía de la Universidad Distrital. Como tal, mantiene una especie de entrada, de lugar de apertura, dentro de un sistema de saberes, siendo uno de los input que carga de nueva energía la actividad y la labor de la formación de los futuros educadores de la ciudad, la región y el país. Los grupos de estudiantes con los que entramos en procesos de aprendizaje y formación mutual provienen de todas las licenciaturas e incluso de carreras de otras facultades. Todo esto genera un rico espectro formativo y un nicho privilegiado de experiencias y reflexiones. Sobre todo cuando somos los protagonistas de un cambio paradigmático en la construcción de saberes. Siempre, en esta situacionalidad de ser profesor (por ende investigador) del PAIEP, he sido consciente que estamos en un umbral paradigmático y este acontecimiento es uno de los que animan mi particular actividad y experiencia como docente en la universidad mencionada, el Alma Mater de la ciudad.
De ahí que, reconocer la pertinencia, relevancia, la alta calidad científica y pedagógica de los docentes de este proyecto, es para mí un deber como ciudadano, como profesor, como persona y como colega. Por ello, aprovechando el boletín de nuestro Proyecto, dedico esta brevísima reflexión sobre lo situado del PAIEP a cada uno de los miembros de este equipo: colegas admirados de los cuales he aprendido el compromiso con lo nuestro, con el lugar donde nos encontramos; este espacio breve y mayúsculo que es la Facultad de Educación de la Universidad Distrital, la universidad de nuestra capital.